A- Y sí, me duele, me duele no tenerte al lado, me duele que estés tan lejos, me duele no verte, no respirarte. Me mata lentamente todos los días la ausencia de tu aroma en mi piel.
B- ¿Y por q nunca me buscaste? ¿Por qué no regresaste?
A- Porque más me dolía verte, amarte y respirarte, sabiendo que llevabas el nombre de alguien más tatuado en el alma. No podía seguir viviendo contigo sabiendo que jamás serias totalmente mía.
B- ¿Y si hubiese sido tu nombre el que estaba en mi alma? ¿Qué hubiese pasado?
A- Si hubiese sido mi nombre jamás me habría ido, me hubiese quedado aquí luchando por ti, porque te amo. ¿Acaso no lo entiendes? Si me hubieses amado, yo te habría hecho feliz todos los día por el resto de tu vida.
B- Siempre quise amarte, eres perfecto, pero...
A- Lo entiendo, eres de alguien más, eso pasa, a mi me está pasando justo ahora contigo. No puedo tenerte, pero no puedo amar a nadie más como a ti. Tenía meses sin verte, he estado con otras mujeres, pero no puedo respirar bien estando a tu lado sin besarte sin hacerte mía hasta dejarte sin aliento. Estoy aquí aguantando las ganas de lanzarte en la cama y hacerte el amor. Pero a ti nadie te completa con él y a mí nadie me completas como tú. ¿Qué sádica ironía no lo crees?
B- Si te consuela no soy feliz, nunca voy a serlo, estoy rota al igual que tu, amando a alguien más, alguien que no me ama. O al menos creo que lo amo, tengo dudas. Ya no sé si lo quiero, Peter. Estoy sola, tratando de averiguar cómo vivir sin ustedes. No sé cómo explicarte lo que siento por ti. No se estar sin ti.
A- El único consuelo que podría tener es que alguien te este haciendo feliz, que alguien te haga sonreír todos los días. Mi consuelo sería que no estás conmigo porque conseguiste alguien mejor.
B- No hay nadie mejor que tu. Pensé que con estar contigo iba a ser suficiente para ser feliz, eres lo mejor que me paso en la vida, pensé que todo estaba bien, pero te fuiste esa mañana. ¿Por qué?
A- Tú creías que no notaba cuando te escapabas, pero si lo hacía. Veía muy de cerca cuando ibas a encontrarte con él en tu mente todas las mañanas, lo notaba en tu sonrisa, ese día no pude aguantar más verte soñando con él en nuestra casa. En nuestra vida siempre iba a estar él antes que yo, así que me fui, te deje con su recuerdo.
B- Lo dices como si no hubiese estado contigo, cada vez que te besé, te besé a ti, a nadie más. Cada vez que hicimos el amor, era a ti a quien le entregaba mi cuerpo. A él solo le di ese momento en las mañanas, lo demás era todo tuyo, yo era toda tuya. Jamás quise hacerte daño, es que no podía...
A- No podías evitarlo, lo sé, yo me escapo a encontrarme contigo, a besarte otra vez.
B- ¿Por qué no quisiste seguir intentando? Lo hubiésemos conseguido.
A- Porque por mucho que trate nunca pude sacarte esa sonrisa que tenias cuando pensabas en él. Me comía vivo la duda de si lo lograríamos o no. No podía quedarme, me estaba matando estar ahí.
B- Si te sirve de algo, también te amo. Te necesito más que a él.
A- Yo lo sé, pero no es suficiente, no puedo conformarme. No me pidas que lo haga. Tengo que irme.
B- Eres la única persona que me ama complemente, y conoce todos mis defectos. Ni siquiera él los sabe. No puedo vivir sin ti. No quiero vivir sin ti. Te amo, ¿no lo ves?
A- Si me amaras no me pedirías que me conformara con los pedazos de tu alma. Lo sé, porque yo jamás lo haría contigo, nunca. Cada vez que me necesites estaré aquí para ayudarte como ahora, pero no puedo volver a lo de antes. Adiós princesa, ha sido un placer amarte.
B- No te estoy pidiendo que te conformes, ¿es que no lo entiendes?, al fin me he dado cuenta de que vivía aferrada a un recuerdo, a un fantasma, no a un amor. Ahora es en ti en quien pienso y no en las mañanas, sino siempre, es contigo que quiero pasar el resto de mis días. Eres tú el único, dame una oportunidad para demostrarte que puedo hacerte feliz. No me escapare a ningún lado. Lo juro, sabes que puedes creerme.
Él la miro con el corazón acelerado por sus palabras, por un instante se permitió ilusionarse, soñar, luego pensó en que él jamás podría decirle esas palabras a nadie. Que su corazón era de ella, imposible cambiarlo, imposible prometérselo a alguien más. Entonces se dio cuenta, ella lo amaba también, al fin lo tenía todo para ser feliz, al fin la tenía a ella. Se acerco a ella, la tomo entre sus brazos, la besó por fin sin dudas, sin creer que podía estar pensando en alguien más. Era suya. Nunca fue tan feliz como en ese instante.